Raúl Amar Guerra ex alumno egresado del Liceo Particular Mixto San Felipe el año 2018 ve por estos días cómo se concreta uno de sus sueños en la vida, tras ser fichado para esta temporada del básquetbol profesional chileno por el conjunto de Puente Alto.
En la Región Metropolitana el base sanfelipeño estará bajo las órdenes de Pablo Ares, entrenador que llevó al Liceo Mixto a ganar cuatro títulos nacionales de Dimayor. “Este es un camino largo y en este primer año en Puente Alto será una linda experiencia, donde voy a jugar y a aprender mucho”, manifiesta Raúl consciente que al éxito se llega con una buena cuota de sacrificio, determinación y perseverancia.
Precisamente, estos son algunos de los valores que adoptó como suyos en sus años de enseñanza media. “Yo estuve desde séptimo básico en el Liceo Mixto y ahí los años de competencia me fortalecieron mucho, pero no únicamente en el ámbito deportivo, sino que también en la parte académica”, reconoce el joven asumiendo que el colegio lo ayudó a formarse como persona, pero a la vez le dio una base sólida a su carrera como deportista profesional.
“Estoy súper agradecido del Liceo Mixto, porque me abrió las puertas, pero además siempre sentí que se me trató con cariño”, afirma el joven recordando sus años en la institución educacional, de la cual atesora lindos momentos con amigos y profesores. “A los chicos que aún están en la enseñanza media sólo les puedo aconsejar que trabajen duro y sigan adelante por lo que ellos quieren, sin rendirse, enfocados en el deporte, pero también en los estudios que son muy importantes”.
Raúl nos cuenta que el año 2020 estuvo en Estados Unidos jugando básquetbol en una academia de Miami, la cual era una preparación para la universidad. “Alcance a estar cerca de un año en esta academia, porque lamentablemente me lesioné y tuve que volver a Chile”, nos relata el deportista, quien de vuelta en el país jugó en la Liga de Desarrollo, para este año recalar en los puentealtinos.
Raúl Amar Guerra es un joven sanfelipeño que persigue sus sueños con ahínco, pero no está solo en esta empresa, puesto que el camino lo transita con el apoyo incondicional de sus padres don Raúl y la señora Adriana, además de sus hermanas Karine y Samira, quienes lo impulsan a llegar a sus metas, como alguna vez también lo hizo el colegio creyendo en sus capacidades para alcanzar la elite del básquetbol chileno.
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