Liceo Particular Mixto

Los años de Adriana Moreno en el Liceo Mixto San Felipe estuvieron marcados por el deporte. Representó en forma brillante al colegio, a nivel nacional e internacional, en handbol, básquetbol y fútbol, deporte por el cual finalmente se decidió, en gran medida por ser el preferido de su papá. Hoy es profesional y defiende los colores de Santiago Morning.

En el colegio su gran apoyo, entrenador y guía fue el profesor José Carrasco, quien no duda en destacar las cualidades humanas de Adriana, como su humildad, que la llevó a ser un ejemplo para los niños más pequeños. “En lo deportivo tenía habilidades físicas y de coordinación, era muy avanzada en el aspecto motriz y a los 10 años mostraba las características para el deporte de una niña de 15 años”, revela José.

Adriana es la cuarta de cinco hermanos y tiene 21 años. Su madre es Victoria Martínez, dueña de casa. Su padre es Marco Antonio Moreno, funcionario del Liceo Mixto desde 2007, ex jugador de Unión San Felipe y orgulloso admirador del talento de su hija. “La fui a ver al partido entre Santiago Morning y la UdeConce, donde anotó un gol, fue lo máximo”, cuenta. Y destaca otras virtudes de Adriana: “Ella es humilde, de bajo perfil. Por eso sus compañeras la quieren mucho. Yo creo que va a llegar muy lejos”.

Ahora que viste la camiseta de Santiago Morning y participa por primera vez en una Copa Libertadores, Adriana mira el futuro con mucha ilusión. Pero no siempre fue así. Un intento fallido jugando por Everton y una lesión que casi la deja fuera del fútbol para siempre han sido algunas de las barreras que ha debido sortear. Superar esos obstáculos no fue fácil. Adriana tuvo que echar mano a todo su fortaleza mental, al apoyo de su familia y al carácter que forjó en esas gélidas mañanas escolares en que llegaba a entrenar a la cancha del Mixto a las 7 de la mañana. Todo eso quedó atrás. Hoy comparte camarín con algunas de las mejores jugadoras profesionales de Chile como Marcela Pérez y Su Helen Galaz, sueña con llegar a la Selección y piensa en el próximo partido. 

Todo eso, sin olvidar las lecciones que ha ido aprendiendo en el camino. “Me ha costado mucho. Nunca fui buena para los estudios, así que tuve que sacrificarme harto para salir adelante. Ahora que estoy cumpliendo mis sueños y miro hacia atrás me doy cuenta de que el camino pocas veces es fácil, pero si uno de veras quiere lograr algo en la vida tiene que estar dispuesto a luchar. Eso lo aprendí de mis años en el Mixto”, dice.

Cuando se le pregunta quiénes han sido sus principales apoyos, Adriana enumera a su familia, su pareja, al profesor José Carrasco (“un segundo padre”, asegura) y el Liceo Mixto. “El colegio me ayudó en los momentos en que más lo necesitaba y de eso siempre voy a estar agradecida. Una de las cosas que siempre destaco del colegio es que en todos los ámbitos siempre va por el primer lugar y eso te va quedando, lo vas haciendo tuyo y entiendes que debes luchar por lo que quieres con perseverancia, convicción y humildad”, explica.

¿Qué es lo que viene ahora para Adriana? “En Santiago Morning comparto camarín con grandes jugadoras. Y pienso que puedo ser como ellas, llegar a la selección y quizá jugar en el extranjero. Eso sería un enorme orgullo, y ahí podría decir que cumplí todos mis sueños, y también los de mi papá”, afirma con emoción.


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